Varios autores han descrito cómo el síndrome cambia a medida que el niño autista se desarrolla.
Citando a Ornitz :
• El primer medio año:
el niño puede continuar siendo poco exigente, pero pronto queda claro
que no se está dando cuenta de las idas y venidas de la madre. La
repuesta de sonrisa no aparece o es diferida.
• A los cuatro o cinco meses:
no se produce la repuesta anticipatoria normal cuando van a cogerle.
Las vocalizaciones más tempranas arrullos y balbuceos pueden no aparecer
o retrasarse de un modo considerable.
• La segunda mitad del año:
el bebé exhibe a menudo una repuesta inusual ante la introducción de
alimentos sólidos, se niega a aceptar, retener, masticar o tragar
alimentos de textura gruesa, como carnes picadas. Sin intervención,
algunos niños autistas se mantienen a base de alimentos propios de bebé
durante varios años. El desarrollo motor ( como sentarse, gatear ), hay
ocasiones en que se aceleran, aunque es mucho más probable que se
retrasen. En esta segunda mitad del primer año, el bebé “carece de
efectividad “. Con frecuencia no aparece el “miedo ante el extraño
“propio de los ocho meses. Puede que se inicie el habla, pero se pierde
de nuevo y no existe comunicación no verbal. A veces el bebé autista
puede aparecer excitado e incluso aterrorizado por los mismos sonidos
inesperados y fuertes a los que en otras ocasiones es completamente
ajeno.
• Segundo y tercer año: el niño busca
estimulación en todas las modalidades sensoriales y a menudo cae en
manierismos peculiares que parecen proporcionarle esta estimulación, de
un rechinar ruidoso e intenso de los dientes, o el niño raspará
superficies escuchando con atención el sonido que produce. El andar de
puntillas, que es algo normal y transitorio. El juego no es imaginativo y
adopta la forma de dar vueltas a los objetos. El niño puede tomar la
mano de un adulto y llevarla hacia un objeto deseado en vez de cogerlo
el mismo.
• Durante el cuarto y quinto año: gran parte de su conducta el niño puede seguir mudo, o puede que el habla se limite a unas pocas palabras.
• Quinto o sexto año
: aparece dos tipos de curso en la enfermedad. Algunos de los niños
pueden continuar manifestando la mayor parte de los síntomas ya
descritos. En otros puede darse un cambio gradual del cuadro clínico. Se
desarrollan nuevos aspectos.
• El sexto año :
Las alteraciones del lenguaje. Si el lenguaje no ha sido utilizado de
forma congruente para la comunicación dentro de los cinco años, resulta
entonces muy improbable que llegue a existir nunca un desarrollo más
avanzado del habla. Cuando así ocurre el desarrollo intelectual queda
estancado y el niño comienza a parecer menos autista y cada vez más un
retrasado.
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